El grabado es un proceso utilizado en el mecanizado químico para eliminar selectivamente material de una superficie metálica mediante una solución química. El proceso consiste en aplicar una máscara protectora o resistir a la superficie metálica y luego exponerla a una solución química que disuelve las áreas desprotegidas del metal. Esto da como resultado que la forma o patrón deseado se grabe en la superficie metálica.

La máscara o protector que se usa en el grabado puede estar hecho de una variedad de materiales, incluido fotorresistente, cera o cinta. La máscara se aplica a la superficie metálica antes de exponerla a la solución de grabado. La máscara se puede aplicar mediante varios métodos, como serigrafía, fotolitografía o impresión por inyección de tinta.

La solución de grabado utilizada en el mecanizado químico depende del tipo de metal que se graba y del nivel de precisión deseado. Los grabadores más utilizados incluyen ácidos como el ácido nítrico, el ácido clorhídrico y el cloruro férrico. La solución de grabado disuelve las áreas desprotegidas de la superficie metálica, dejando atrás la forma o patrón deseado.

Una vez que se completa el proceso de grabado, se quita la máscara o la resistencia de la superficie metálica y se limpia la parte grabada para eliminar cualquier residuo químico restante. La pieza resultante se puede utilizar tal cual o puede requerir un procesamiento adicional, como pulido o enchapado.

El grabado es un proceso preciso y versátil que se puede utilizar para crear formas y patrones complejos en piezas de metal. A menudo se utiliza en la fabricación de componentes electrónicos, dispositivos médicos y piezas aeroespaciales, así como en la producción de artículos decorativos como joyas y obras de arte.